sábado, 25 de junio de 2016

Echo de menos

Quiero oler esas flores que me dejaron al  otro lado de la pecera.
Besar con mis labios un trocito de piel, besar esos labios tapados por las mascarillas.
Abrazar sin miedo a enredarme con los viruses.
Sentirme indecisa por ir al río o a escalar.
Poder llevarme a la boda un trocito que se cae siempre que cumpla la norma de los 5" sin peligro de muerte.
Poder acceder a toda esa comida que está mas allá de mis puertas, en cuanto me entre hambre, no tener que organizar  y pensar continuamente en la maldita logística de gente que  me tenga que ayudar a poder traerme la comida caliente a mi pecera.
No tener el pensamiento de que se ha envenenado algo cuando se nos ha caído al suelo.
Quiero andar y dar tres pasos sin que haya un cable que me recuerde que estoy atada al wifi.
Quiero girar y bailar sin enrollarme con los cables.
Prefiero contar los días para mi próximo viaje, en vez de ir descontando los días que me quedan en el hospi este segundo ingreso

Si, hoy estoy cansada.
Y ayer,  y antes de ayer.

Me gustaría retroceder en el tiempo y volver a donde me quedé antes de encontrarme aquí.

Recién llegada de Fontainebleau.
Recién mudada en  mi nueva casa, con mis grandes compañeras y nuestros sueños y por supuesto con mi inseparable Abueli.

Cuando me mudé me imaginé en ese rincón sombreado con una buena charla y la melodía de fondo de las hojas dejándose acariciar por la brisa.

Refrescarme y aliviarme en el agua de la piscina y no en el de mis lágrimas.

Cierto es, he de decir, que a día de hoy,
Ninguna de las situaciones las disfrutaría de la misma manera.
No soy la misma ya.
Pero hoy añoro el mundo ahí fuera, lo fácil, añoro la  enfermedad de la cotidianidad, añoro otro margen de posibilidades.

Aunque sea un rato, sólo un rato.
Coger aire, y otro poco.
Luego vuelvo, pero déjame respirar lentamente.  


viernes, 24 de junio de 2016

Yo escojo, tú escoges...nosotros escogemos.

Si una persona no te demuestra con hechos lo que dice, no es necesario escuchar sus palabras.

Trascender con esta vivencia de la enfermedad, es dejar que exploten muchas semillas en la cabeza. Todo nuevo, nuevas visiones o quizás sentimientos que ya estaban, pero que se vivían desde otro punto.
Pasito a pasito, con un poco de lágrimas, con otro poco de reflexión pero sobre todo con mucho sentir, decido ACEPTAR y eso es dejar ir a quien ya no se quiere quedar.
Compañeros de esta batalla me dijeron que pasaría. Claro que pasa.
Te sorprendes de tanta gente que te da tanto (y ese TANTO es mas allá de lo que una se puede imaginar) Y hay personas, en las que sientes...que ya no vale contar.

"Quedate con quien te sume, aleja a los que te resten" Eso me dijeron.
Cuando siento que he aprendido el máximo con alguien...Decido despedirme, agradecer y alejarme.




Esto es un no parar, aprender es el verbo mas utilizado en estos meses.

Y si, ayer te tiré a los fuegos de la hoguera de San Juan.

sábado, 7 de mayo de 2016

El pelo empieza a caerse.

Hoy es el primer día que lloro de verdad.
Desde ayer sentía una bola bajo el esternón.
Una presión que no sabía identificar.
Ayer creía que era claustrofobia, claustrofobía por falta de oxígeno
Se suma la neutropenia (nivel bajo de góbulos rojos con un volúmen corpuscular muy grande) ,
con siete días sin salir de mi pecera: una pecera en la que no puedes abrir ninguna ventana.
Y hoy, esa bola la sentía como ansiead.
Desde que he entrado, he pasado por muchos procesos, pero quizás el de llorar, el de sacar, el de liberar no. He sentido siempre una fuerza brutal que me tiraba para delante sin prar. Pero no os imagináis que bien me han sentado esas lagrimitas.
 Esa bola, en el medio del pecho, ya no está.
Hoy es mi séptimo día después de la quimio.
Hoy es mi quinceabo día ingresada.
Ayer fué el primer día que realmente viví los efectos secundarios de la quimio más fuertes.
Me levante reventada, como si me hubiera pasado un tren por encima.
Tenía siete de hemoglobina, cuando la normal general es de catorce.
No me asusto porque sé que todo esto es parte de la cura física y que tiene un principio y un fin.
Ayer me transfusieron una bolsa de plaquetas y dos de hemoglobina.
Un auténtico revitalizante.
Los niveles me han subido de siete y pico a ocho simplemente.
Es el mínimo para no necesitar transfusion. En el fondo, prefiero que no lo hagan, ya que así mi médula y mi cuerpecito van autoregulandose por sí mismas.
El cuerpo es super poderoso y yo confio plenamente en él.
Lo que tarde, día más día menos;semana arriba, semana abajo.
Todo está perfecto tal cual sucede. Simplemente aqui me encuentro, viviendo el día a día más que nunca.
Sintiendo, conectada con mi cuerpo, con mis sentimientos.
Lo observo, no juzgo, sólo recojo, lo mimo y lo trato con mucho cariño.
Creo que este llorar, es una aceptación de una ruptura de la salud física, no es que antes estuviera más sana.
Pero si que es verdad, que cuando mi hermano me masajeaba la cabeza (molestan bastante el pelo cuando se va a empezar a caer) me he visto las manos llenitas de pelo y de mechones.
Aquí se mezcla, algo de apego material al pelo, a la imagen; pero sobre todo que impacta mucho porque es el símbolo de la "enfermedad".
Los no pelos en las cejas, ni pelos en las pestañas. Todo pasa, crecerá, pero es un impacto duro. Hay que vivirlo realmente para entenderlo.
Mañana, cuando sea me raparé al dos para que impacte lo menos posible. Y cuando se me caiga más y se formen calvitas, si vuelvo a llorar, lo haré a gusto, para poder dejarlo ir.
Es importante no mirar hacia atras, pero más importante aún es permitirte sentir y expresar.
Cuando lo haya superado, estoy segura de que empezaré a ponerme pañuelitos en la cabeza con muy buena gana, investigaré las miles de opciones que hay y disfrutaré de esa nueva prenda que se me pone en el camino.

Un día más, un día menos.

viernes, 22 de abril de 2016

Empezamos

Este proceso tiene un principio para mí algo romántico, desde luego muy simbólico.
Después de años con febrícula, con mal estar, donde asumí que mi mal estar era todo psicosomático ( porque un médico, sin hacerme pruebas así me lo dijera) Dejé de ir a médicos dudando siempre de todo lo que me dijera mi cuerpo.Dejé de escucharlo, simplemente me desconecté de mi misma. Pero después de varios años, gracias a un muy buen médico amigo mío en Bruselas, me hice las pruebas de la lactosa y vimos que tenía una intolerancia. Me costó dejar de tomar ese tipo de alimentos, hasta que hace unos meses me pusieron un espejo y me ví más vaga y con menos voluntad de la que yo quería sentir. Aún así, después de cuatro meses sin ingerir nada de ese tipo de alimentos, yo me seguía encontrando regulera. Por lo que pedí cita para hacerme la prueba de la celiaquía. Sabía que no me encontraba bien. El internista me mandó unas analíticas y cuando fuí a descubrir si era celiaca o no, no lo pude saber, ya que el médico me dijo que no le gustaban los resultados de la sangre recomendadome un hematólogo en el hospital de Madrid. Al llegar a casa, después de la ducha, recibí una llamada, para asombro mío era del médico, me preguntaba si había pedido ya la cita, y le dije que si, que para dentro de algo menos de un mes me la habian dado. Me dijo que no, que me llamaba ahora. Me colgó y me devolvió la llamada a los minutos, me dijo que tenía que bajar a ver al hematólogo en dos horas al hospital. Me asusté un poco, no estaba acostumbrada a que los médicos se ocuparan de mí así y mucho menos que me trataran con esa importancia.Por lo que me sentí muy arropada y en buenas manos. Fui a ver al especialista, el Dr. Alfons Serrano y me mandó de nuevo una analítica y me dijo que no le gustaba la analítica. Los leucocitos,los neutrófilos, los eosinófilos, el recuento de plaquetas, todo eso estaba bajo. Los hematíes, la hemoglobina, los hematocritos también estaban bajos y el volumen corpuscular y la hemoglobina corpuscular en consecuencia estaban altas. La velocidad de sedimentacion estaba casi al doble de los indices de media. Por lo que tenía una neutropenía que había que analizar. Hay pocos glóbulos rojos y al haber pocos el volúmen de estos se agranda para intentar llevar más oxígeno. Me dió un volante para una biopsia de médula que tenía que autorizar por si dentro de dos días cuando le llegaran parte de los resultados de la analitica que me iba a ver, era necesario hacer la aspiración de médula, tenerlo ya autorizada. Sorpresa la mía que al día siguiente, ni esperando a la cita a los dos días, me llama también este médico y me dice que le han llegado parte de las analiticas y que me tengo que hacer ese mismo día la biopsia medular. La biopsia se trata de una prueba un tanto desagradable, te clavan una aguja bastante larga y no fina exactamente, en la cresta iliaca, te atraviesan el hueso y te aspiran parte del tuétano (médula) tras la prueba fui a ver al médico y como me habían subido algunos de los índices, creyó que era una anemia grande y me receto un tratamiento y vernos dentro de un mes para ver como evolucionaba. Me dijo que cuando analizaran la biopsia, si me llamaban eran malas noticias, pero que si no me llamaba por la tarde nos veíamos en un mes. Tenía más pinta de que no me iba a llamar. Pero si me llamó un número desconocido. Creo que me puse a temblar y me quede bloqueada cuando me dijo que no tenía buenas noticias. Que al día siguiente fuera a verle con mis padres y que me lo contaba todo mirandome a los ojos. Fué la peor noche de mi vida. Llevaba tanto tiempo con episodios de febrícula y encontrandome regulera que me tenía que mantener fuera del pensamiento de la metástasis. Y al día siguiente, con mi madre nos presentamos en la consulta. Leucemia mieloide aguda. Lo de aguda asusta más, pero es aguda o crónica...por lo que mejor. Tengo que ingresar ese mismo día y empezar con el tratamiento de la quimio. Me voy a la cafeteria con mi madre a meterme un super desayuno antes de que me ingresen, me fumo el último cigarro y a mi nueva habitación. Demasiado impacto para ese día, rematándolo con un buen chaparrón de agua fría ya que no me daba tiempo a congelar mis óvulos. Me dijeron que con mi quimio, no podría ser madre biológica con mis óvulos. Casi me dolió más esto que el nombre de lo que me estaba pasando a nivel físico. El próximo día os cuento como ha evolucionado todo este tema. Pero está ya bien masticado, desmigajado y colocado.